Mujeres Yshyr.

El País, de España

https://elpais.com/sociedad/2019/11/04/actualidad/1572885364_357187.html

(English below) “Necesitamos vender nuestro trabajo para vivir y mantener nuestra cultura. Pero cada vez es más difícil. Casi se quemó todo el Karanday”, cuenta Nelia Miranda, una artesana nativa de 42 años que mezcla el yshyr, el guaraní y el español mientras corta con un cuchillo las hojas espigadas de la palmera, que crece bosque adentro. Solo ir a buscar estas plantas supone un gran esfuerzo y decenas de peligros. Desde su asentamiento hay que caminar más de seis kilómetros con más de 40 grados de temperatura entre víboras venenosas, cerdos salvajes y muchas, muchas espinas. Antes de modelar las hojas deben secarlas durante tres días para poder usarlas. La rapidez con la que terminan las cestas, bolsos y paneras de dos colores depende de la habilidad de cada una, pero cada pieza puede llevar, al menos, dos días de trabajo.

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“We need to sell our work to live and maintain our culture. But it is getting more and more difficult. Almost all of the Karanday was burned,” says Nelia Miranda, a 42-year-old native artisan who mixes Yshyr, Guaraní and Spanish while cutting the spiky leaves of the palm tree, which grows in the forest, with a knife. Just going to look for these plants involves a great effort and dozens of dangers. From its settlement you have to walk more than six kilometers with more than 40 degrees of temperature among poisonous vipers, wild pigs and many, many thorns. Before modeling the leaves, they must be dried for three days before they can be used. How quickly the two-color baskets, bags, and bread boxes are completed depends on the skill of each individual, but each piece can take at least two days of work.

Texto de Santi Carneri Tamaryn.